Por: Sergio Gil
Por cosas de repasar la información que se publica a diario en los medios de
De tal manera que el contenido de este articulo pasa por un agudo embudo en la óptica critica-analítica, como una desesperada bofetada que no guarda razón alguna de hacerla, ya que decir “Chávez puede morir por su boca (…) Desconozco la popularidad de Chávez hoy en día”, es un craso error (además de utilizar permanentemente una neurolingüística derechista), en la oportunidad de no evidenciar que el calor de las dificultades, sabotajes y crisis, el cual atraviesa en este momento histórico del proceso revolucionario que lideriza indiscutiblemente el Comandante Chávez; no reside en si mismo como individualidad, a pesar de su connotada actitud política militar patriota y diversidad ideológica (que muchas veces nos ha dejado desvariado a muchos en el contexto y realidad que presenta), pues esta circunstancia se debe como muy bien lo iniciaste en las primeras líneas de tu articulo, son razones históricas las que asigna el regimiento del sistema que soporta el actual Estado oligárquico burgués echado sobre una plataforma forjada en las líneas de la dominación que ejerce el capitalismo sobre toda sociedad que trate de salir de sus garras y lograr su emancipación definitiva.
Sobre esta se presenta la máxima expresión del capitalismo representado en la definición que le otorga Lenin como última fase de desarrollo, el imperialismo. Sumados a ello un conjunto de actores y factores que se desarrollan a lo interno y al control externo de sus políticas hegemónicas de apoderamiento de los principales recursos energéticos en la actual encarna la agudización de la lucha de clases y la lucha de los pueblos del mundo contra el imperialismo.
Cobras mucha razón, camarada Benavides al adjudicar tu reflexión sobre la caracterización de la nación que tenemos pero ello se edita a las relaciones históricas en las que ha transitado la nación hasta hoy, pasamos de ser un país potencialmente agropecuario a convertirnos en una nación solamente explotadora de petróleo, cuya bonanza petrolera traspaso los procesos de desarrollo cualitativos que requiere el fortalecimiento de todo un pueblo en todos sus sectores productivos económicos, sociales, tecnológicos, científicos, educativos y culturales, pues aquí no hubo una revolución agraria como las que sucedieron a lo largo de casi un siglo de luchas campesinas e intervenciones del Estado sobre la estructura de propiedad de la tierra en nuestros países, solo en nuestro campo latinoamericano sucedieron dos escenarios de revoluciones agrarias:
La situación de Venezuela es distinta, se ve arrollada con el descubrimiento del oro negro (petróleo) por delante de toda su cadena productiva, llevando todas sus relaciones de producción y desarrollo social a esta sola actividad, la explotación del petróleo y junto con ella una política estatal nacional de entrega de nuestros recursos e intereses nacionales a las transnacionales que conforman los imperios europeo y norteamericano.
De modo que esta realidad no es para menos, sustento en el inmediato de un corto plazo, el cual amerita distintos procesos complejos de transformación en todo ámbito. Teniendo también presente que se debe fundamentar un análisis de mayor esmero y de profundidad soportado a través de la herramienta del materialismo histórico para de tal forma no caer en un premeditado análisis “marxistoide” o “post moderno”.
Efectivamente cabe una reflexión sobre la especificidad de la realidad del proceso revolucionario bolivariano que lideriza el Comandante Chávez, considerando la dimensión del planteamiento objetivo, en las perspectivas de lograr la definitiva liberación nacional y abrir las condiciones indispensables de conquistar un sistema socialista en Venezuela, partimos de nuestras propias particularidades en el camino que lleva recorrido esta propuesta sobre flujos y reflujos, avances y obstrucciones en la estructura y superestructura de la sociedad capitalista venezolana. La tarea indiscutiblemente que no se hace fácil, es compleja y difícil, cuanto al rompimiento del viejo y reaccionario sistema de carácter democrático liberal, con el cual se combate contando con la embestida de los intereses lacayos internos y el apoyo externo por parte del imperialismo norteamericano Vs. El Proceso de liberación que avanza en pro de la construcción socialista.
Puesto que la canalla, en combinación con todos sus aparatos claves de infiltración socialdemócrata y derechista dentro de la estructura estatal, su amplio despliegue de poder mediático e incidencia cultural y la todavía inmadura izquierda revolucionaria que no cumple a cabalidad con la responsabilidad de su rol histórico que le compete como organizadora de la clase explotada trabajadora y el pueblo en general; descompensan los máximos esfuerzos que tanto han costado en la siembra de la conciencia de clase.
Estos actores antagónicos al proyecto revolucionario socialista, si han sabido aprovechar las debilidades que presentamos los revolucionarios para frenar nuestro avance a la sociedad socialista, como muy bien lo demostraron con la pasada derrota que nos propinaron contra
¡¡¡RODILLA EN TIERRA!!!
2 comentarios:
En respuesta; un saludo postmarxistoide, je je je je......... éxito. Estoy al tanto de las condiciones y de la realidad del proceso bolivariano y de venezuela y el mundo. Pero este proceso no esta siendo dirigido por la clase trabajadora. ¿ O será qué no es esta nuestra niña?... Sino debemos hacer algo para que sea una revolución socialista.
Saludos Camarada Benav. Ciertamente esta revolución no está siendo dirigida por la clase obrera. La pregunta seria ¿Donde está la Clase Obrera? y otra pregunta más dolorosa. ¿Dónde está el Partido "de la Clase Obrera" realizando un trabajo realmente proletario y clasista? ¿Donde están los sindicatos del PCV? que se supone debe ser la "vanguardia" de esta clase. Echar sobre el Cmte. Chávez dicha responsabilidad, es absolutamente injusto. La verdad es fuerte y hasta que no aceptemos nuestros propios errores es triste llamar a Chávez “malcriado y caprichoso”. La realidad actual debe llevarnos a fortalecer la imagen del comandante, la unidad en su entorno y atacar nuestras propias desviaciones y debilidades. Deslegitimando y calcando el discurso derechista fortalecemos al enemigo de clase.
FIRMES CON LA REVOLUCIÓN
ALI
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