El ministro de fuero Juan Eduardo Fuentes Belmar cerró la investigación por la muerte del cantautor Víctor Jara, encontrando como único culpable al coronel en retiro del Ejército Mario Manríquez Bravo.
"Ha sido una investigación complicada, se han decretado numerosas diligencias y finalmente se ha estimado que ya está agotada la investigación y prueba de ello es que he decretado el cierre de ésta. Por el momento se cerró la investigación con el único procesado en la causa que es el señor Manríquez", dijo Fuentes Belmar, quien asumió el caso el 6 de mayo de 2005, cuando la Corte Suprema reordenó los procesos por violaciones a los derechos humanos que se tramitan en el país.
Nelson Caucoto, abogado querellante, anunció que apelará a la resolución, ya que a su juicio aún falta procesar a otros responsables vinculados a la alta oficialidad del Ejército de esa época.
El legista agregó que tampoco ha sido aclarada la identidad de "el Príncipe", sindicado por testigos como autor material del asesinato de Jara, registrado el 16 de septiembre en el Estadio Chile.
En 2004, Mario Manríquez Bravo fue sometido a proceso por el juez Juan Carlos Urrutia como autor del homicidio del cantautor y director de teatro. La sentencia señala que Manríquez Bravo "era el oficial de mayor graduación que había en ese momento (en el estadio), por todo lo cual facilitó los medios con que se cometió el homicidio (...) o al menos lo presenció sin tomar parte inmediata de él".
CRONOLOGÍA DE LA CAUSA
El 16 de septiembre de 1973 Víctor Jara muere acribillado, luego de sufrir torturas en el Estadio Chile. Cuatro días antes había sido detenido en la U. Técnica del Estado, su lugar de trabajo, donde iba a cantar en la inauguración de una exposición.
El 12 de septiembre de 1978 se presenta una querella por la muerte de Jara. En cuatro años de investigación, el juez Alejandro Solís sobreseyó el proceso al no encontrar responsables.
El 12 de enero de 1998, Joan y Amanda Jara, viuda e hija del artista, presentan una segunda querella. El proceso fue abierto por el magistrado Juan Guzmán Tapia y traspasado dos años después a Juan Carlos Urrutia, juez con dedicación exclusiva. El litigio está dirigido contra Augusto Pinochet Ugarte.
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