Se va a cumplir otro año más de tu asesinato. Fuiste un poeta y un revolucionario, y, revolucionaste la poesía del pulgarcito de América. Tus libros los leímos y los volvimos a leer una y otra vez en la ciudad, en el monte, en la selva, en las casas clandestinas y los cafés de aquélla universidad pública de El Salvador en la que estudiaste. Por vos llegamos muchos a conocer las otras historias prohibidas del pulgarcito y también nos hiciste cómplices con tus versos para cantárselas a quien nos enamoraba, que algunas veces, ella, ya iba con quien le gustaba de la mano o a su lado. Pero en fin nos diste tanto en literatura, sobre todo en poesía, que todavía recuerdo a muchxs que se quedaron en algún monte, vereda, montaña, zulo, con tus libros y algún que otro poema tuyo en sus bolsillos o en la mochila.
Quería compartir con vos Roque una de las cosas que me comen la cabeza casi todos los días. Hubo – y hay - una generación de poetas que lucharon, algunos siguen luchando, por transformar ese paisito en algo parecido al socialismo. Muchos anónimos dieron sus vidas por sus ideales y en esos muchos, se quedaron, te repito muchos jóvenes poetas, silentes de la literatura y entregados al amor. Personas que dejaron su juventud por algo en que creían - algunos todavía creen - pero no creas, no son muchos, son muy pocos. Yo suelo recordar a muchos que llenos de solidaridad no volvieron, se quedaron en algún rio o callejuelas del País, y eso es lo que me come el coco. La juventud que valió la pena, esa – aquellxs jóvenes llenos de sueños, tus sueños, ellos quisieron cambiar las estructuras injustas que todavía siguen intactas, no lo consiguieron. Algunos le llaman la juventud perdida. Pero para eso están los puntos de vista. Unos dicen esto, otros dicen aquello etc. etc.
Sin embargo vos y tu poesía sigue palpitando por aulas, por montes, por montañas y algún que otro café clandestino del pulgarcito de América, también fuera de él porque muchos todavía lloran a moco tendido y borrachos por el himno nacional, otros por las pupusas con queso de lorocos y un gran etc.
Quien te asesinó y te dejó en el playón sigue en sus andanzas, en sus mentiras y maquiavélicos negocios. Es compinche de ejércitos que masacran a su pueblo como el de Colombia. A quien te asesinó le pagan dólares para que vaya a dar alguna que otra charla de cómo controlar a la masa que lucha por un mundo más justo. Vive con el imperio al que vos muchas veces, y en tu poesía, desenmascaraste y denunciaste, él, Joaquín Villalobos, se regodea de lo mal que lo pasa la gente más humilde de El Salvador, y se presta a lo que le diga - y le pague - el imperio. Insulta y denigra a presidentes del continente que han ganado elecciones - varias elecciones - democráticas. Joaquín Villalobos se ha convertido en un lábil y pátina de los norteamericanos, o ¿siempre lo fue?. Pero ya sabes, y eso vos lo sabés muy bien, siempre hay lacayos con notoria insania que se prestan - y se vende - por unas cuantas monedas de oro.
Bueno, Roque, me gustaría poder compartir cosas buenas, que las hay, sobre todo de poetas y su poesía que los hay, muy buenos. Escribientes anónimos y no anónimos que también los hay. Me gustaría poder decirte que las cosas en el pulgarcito de América han mejorado, pero las cosas no pintan nada bien para los mismos de siempre, para los más pobres y más pequeños, para ellos la situación económica y social, sigue siendo igual - o peor - de lo que la conociste y viste. Eso sí, quienes decían luchar por cambiar esas estructuras injustas, ellos, la dirigencia, participa del juego electoralista de la misma burguesía y oligarquía que por aquellos años mataba, y masacraba al pueblo. Hoy lo sigue haciendo pero de una manera más sutil, menos violenta en la mayoría de los casos; muertes silentes de miles de anónimos que nadie los ve, y que sólo aparecen en las estadísticas del Banco Mundial y otras instituciones burguesas. Pero también los hay más violentos con los mismos métodos de antaño, si antes eran los escuadrones de la muerte hoy se los disfraza con la delincuencia común.
Está bien que se pueda participar "democráticamente" , lo que intriga es ¿A qué precio? Como vos dijiste en uno de tus poemas "…ser salvadoreño es ser medio muerto/ eso que se mueve/ es la mitad de la vida que nos dejaron/ Y como todos somos medios muertos/los asesinos presumen no solamente de estar totalmente vivo." Pero también en este mismo poema nos das la solución casi al final nos dices: (…) "Todos juntos/ tenemos más muerte que ellos/ pero todos juntos/ tenemos más vida que ellos." (Del poema: Todos.)
Como ves Roque, he compartido con vos (de paso) algunas de las cosas que pasan por aquellos lares. Si alguien te cuenta maravillas del pulgarcito, no es cuestión de dudar sobre lo que se diga, no, para eso están los puntos de vista, pero eso sí, no van a poder tapar el sol con un dedo por más que quieran. Todo punto de vista es la vista de un punto. El mío como ves, es el mío y el de muchos, de eso sí estoy seguro.
Un recuerdo afectivo y revolucionario para vos en estos días que se va a cumplir otro año más de tu vil asesinato.
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