No es coincidencia que Baltasar Garzón esté de visita ahora mismo en Colombia; él no hace nada gratuitamente”, coinciden los tres brigadistas de la organización internacionalista vasca Askapena que, desde la ciudad de Caracas, Venezuela , acceden a narrar a la Agencia Bolivariana de Prensa (ABP) los detalles sobre la persecución de que han sido víctimas tras la puesta en marcha de una campaña mediática que los señala como “el contacto entre las FARC y ETA”, así como las amenazas recibidas recientemente por parte del grupo paramilitar colombiano “Aguilas Negras”.
Se trata de Beatriz Ilardia, Aitziber Martínez y Humberto Trapero, tres jóvenes internacionalistas vascos que, junto a otros dos muchachos que no están presentes al momento de la entrevista, conforman la Brigada de Askapena en Colombia. El objetivo de esta organización es difundir la problemática del pueblo vasco en el país andino y, a su vez, recabar infomación sobre el conflicto social y armado que vive Colombia con el fin de difundirlo a su regreso en Euskal Heria.
“La labor solidaria de Askapena es perfectamente legal, abierta y se viene desarrollando desde hace más de veinte años”, señalan los brigadistas, quienes enfatizan el hecho de que justo en medio de una de las etapas de mayor represión contra el pueblo vasco (aproximadamente 900 presos políticos, la ilegalización de prácticamente todas las organizaciones independentistas y el encarcelamiento de gran parte de la dirección de éstas) se presente esta andanada contra el trabajo internacionalista de Askapena.
Amenazas
El 29 de julio pasado, Canal UNO de la televisión colombiana transmite en su noticiero la versión de que los brigadistas se habrían reunido con comandantes de las FARC, el ELN y el EPL colombianos en la cárcel de Palo Gordo, ubicada en el Departamento de Santander. La noticia televisiva, de clara intención inculpatoria, es presentada mediante imágenes de guerrilleros de las FARC haciendo prácticas de tiro y militantes de ETA encapuchados. A estas imágenes se le suman fotografías de los brigadistas de Askapena señalados.
En esas fechas el diario digital colombiano Vanguardia Liberal, señala que Beatriz Ilardia ha entrado ilegalmente a Colombia en al menos dos ocasiones, cosa que la militante de Askapena niega tajantemente. “Todas nuestras entradas a Colombia han sido públicas y legales”, agrega.
El 20 de julio pasado, Humberto Trapero, integrante de la misma brigada recibe una llamada telefónica, cuya clave 0058 delata que se está realizando desde territorio venezolano. La voz al otro lado del teléfono le advierte que se trata de un integrante del grupo paramilitar colombiano Águilas Negras y que conoce el papel de Trapero como “vocero de la guerrilla colombiana en Europa”. Menciona que los brigadistas de Askapena están ubicados por el grupo paramilitar, que les han hecho seguimiento y que de persistir en su actitud van a morir.
Todo esto coincide con la segunda visita consecutiva de Baltazar garzón a Colombia quien, dice, solicitará información a las autoridades colombianas sobre los vínculos entre las FARC y ETA.
Estos hechos, en conjunto, han obligado a que la brigada suspenda la visita que tenía programada para estos días a Colombia.
Para los brigadistas de Askapena, existe el peligro real de que se haga un montaje judicial en su contra en España, y que allá se tomen represalias contra ellos como parte de la campaña en marcha desde hace varios meses contra el movimiento independentista vasco.
“El gobierno español coincide con el de Colombia en varios aspectos, entre ellos el de que la solución a los conflictos sociales deben ser resueltos militar y policialmente, sin recurrir al diálogo en busca de una solución política”, afirman los brigadistas.
Para estos jóvenes internacionalistas, el gobierno español busca “desgastar, ir a la baja” con el independentismo de Euskal Herria. “Pero una salida policial es imposible, pues el problema es social, es de identidad, cultura, sentimiento de pertenencia a un pueblo. No sería esta la primera vez que el pueblo vasco estaría en una fase de resistencia. Ellos piensan que pueden aniquilar al movimiento abertzale, pero el pueblo de Euskal Herria ha demostrado tener una capacidad enorme para resistir”, agregan.
La denuncia legal de los hechos ya ha sido tramitada. De igual manera, se ha le dado difusión en los medios informativos independientes. Los brigadistas han dejado en claro que la responsabilidad de cualquier ataque contra su integridad recaería directamente sobre los gobiernos de Colombia y España.
Askapena es una organización que desarrolla su labor solidaria desde hace veinte años. Surgida en el marco de la revolución sandinista en Nicaragua, esta agrupación envía anualmente decenas de brigadas a distintos países del mundo. Su interés en viajar a países donde se desarrollan luchas de resistencia radica en que “un pueblo oprimido siempre tiende a identificarse con otro pueblo oprimido”, asientan estos internacionalistas provenientes del más aguerrido pueblo originario de Europa.
ABP
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