Convocada por la Coordinadora Che Guevara, la movilización partiría desde la Explanada de la Universidad, sobre la Avenida 18 de julio, principal de Montevideo, capital del país.
A partir de las 18:30 horas se fueron concentrando estudiantes, militantes sindicales y las organizaciones convocantes. Empezaron a aparecer banderas y pancartas.
Sobre las 19:30 horas un joven con su rostro cubierto se hizo cargo de la lectura de los saludos que hicieron llegar el Comité Uruguayo Pro-liberación de los 5 Patriotas Cubanos presos en Estados Unidos y el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (Chile).
Recogemos lo siguiente de este último mensaje: “Desde la patria de Miguel Enríquez, Raúl Pellegrín y Cecilia Magni, la comandante “Tamara”, nos sentimos orgullosos de hacernos presentes de una u otra forma en estas valiosas actividades de homenaje y lucha”.
“Cuando se reinicia el despertar de los procesos sociales una vez más, cuando el sistema entra en una involución de la cual quizás arrastre a la economía mundial a un abismo jamás nunca antes visto, el Che vuelve a nosotros… vuelve a la formación integral de las bases populares para los combates del presente y el futuro; vuelve a caminar por nuestros barrios, ciudades y campos donde verdaderamente se forja la resistencia y la ofensiva contra los enemigos de nuestros pueblos; vuelve para unir las luchas en el Continente sobre la base del internacionalismo, la solidaridad, combatividad y el amor a la libertad…"
"Y cuidado vende patrias y lacayos!!, ante la crisis ad-portas, puede venir anunciando también “uno, dos, tres Viet Nam…” Un gran abrazo hermanas y hermanos guevaristas, cuenten con nosotros para lo que manden…”
Terminada la lectura de saludos un grupo de fogoneros cortó la Avenida 18 de julio con gomas encendidas mientras el grueso de la columna se posicionaba en la calle para que pudiera hacerlo el resto de los manifestantes.
Sobre las 20 horas partió la movilización por la principal avenida, de espaldas a los neumáticos que continuaban encendidos. Encabezaba una pancarta que decía “con el Che Guevara, por la liberación nacional y latinoamericana”, e inmediatamente la columna de Fogoneros, con el despliegue de su autodefensa, el pañuelo en el rostro y el palo en la mano, bandera de Artigas en la punta.
Durante el recorrido por la misma se tiraron bombas de pintura sobre un local de McDonald’s y “el Che vive” quedó estampado sobre un Banco Santander, como formas de señalar al enemigo.
Luego, la movilización tomó la calle Magallanes por la que avanzó mientras se coreaban consignas como: “alerta que camina el antiimperialismo por América Latina”, “con el Che Guevara, por la patria liberada”, entre otras.
Cuando se llegó a Gonzalo Ramírez se giró directo a la Embajada de Estados Unidos. Los cantos se hicieron más fuertes, la disposición más segura. La Embajada estaba custodiada por las fuerzas de choque.
Al llegar al punto más cercano a la misma, la autodefensa se dispuso en líneas, de manera horizontal a las vallas.
Mientras un vocero de la manifestación, también con su rostro cubierto, leía la proclama a viva voz y de cara a la sucursal de los gringos.
“Estamos acá recordando al Che, señalando al principal enemigo: al imperialismo yanqui. El Che lo señaló como “el gran enemigo del género humano” y nos llamó a unirnos para luchar contra él”.
“Siguen vendiendo la patria. Nosotros seguimos cargando la miseria. Tener claro quien es el principal responsable de esta situación que soportamos es el principal paso para liberarnos. El imperialismo y la oligarquía son nuestros enemigos. Ustedes son nuestros enemigos, yanquis asesinos”.
En la misma se respaldó la digna lucha de los estudiantes por más presupuesto y contra el pago de la deuda externa, se denunció las masacres cometidas en Haití y se exigió el retiro de las tropas invasoras. Se repudió la presencia en Estados Unidos, del nuevo Ministro de Economía, Alvaro García, y del Presidente del Banco Central del Uruguay, Walter Cancela, para recibir las órdenes y lineamientos de los amos del norte.
Y se llamó a la unidad de los pueblos a lo ancho y a lo largo del continente, y a desplegar todas las formas de lucha para resistir al imperio.
Concluyendo de la siguiente manera: “Hoy las grandes mayorías vamos con nuestros mártires, con los Che Guevara, recogemos de sus manos la bandera y nos disponemos a ir sobre lo que nos pertenece: nuestra patria, nuestra soberanía, nuestras riquezas, nuestro sudor. A sostener la resistencia antiimperialista."
"Este pueblo sabe parir rebeldías, y seguirán las nuevas generaciones, apoyados en nuestra rica historia de lucha, hasta alcanzar la liberación. Porque “si este presente es de lucha, el futuro será nuestro”.
Ni un soldado yanqui en Nuestra América.
Patria o muerte.
Venceremos”.
Y enseguida ardió en llamas la bandera yanqui, símbolo de la opresión a nuestros pueblos.
Se tiraron proyectiles sobre la embajada y la primera línea de la autodefensa tiró las vallas que la protegían. Las fuerzas de choque avanzaron y la autodefensa se mantuvo firme al grito de “luchar, crear, poder popular”. Las dos líneas se mantuvieron frente a frente la que protege a los gringos y la que defiende los intereses populares.
Se cumplió una jornada en la que se logró aportar para sostener la resistencia. Quedó claro que sigue viva y que hay orientales organizados dispuestos a sostenerla para ir abriendo el camino de la rebelión.
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