Por: Sergio Gil
Vamos bravo pueblo patriota no nos dejemos postrar ante los designios poderosos del tiempo. Este pueblo noble y heroico sabe muy bien como enfrentar las calamidades cuando se nos presentan a la hora y sobre los escenarios que se nos planteen, allí hemos estado, los unos a los otros tendiendo la mano solidaria, fraterna, saliendo a socorrer al hermano, haciendo lo que es justo hacer.
Hoy cobra relevancia los acontecimientos que están puestos en desarrollo, en pocas horas la grandes mayorías de las trabajadoras y los trabajadores explotados del pueblo venezolano tenemos que salir a estar al frente de la decisión en seguir asentando las bases que estamos construyendo en este preciso momento histórico para el porvenir de nuestra patria, la patria que esta cosechando los valores del ideario bolivariano, del antimperialismo, la solidaridad, el internacionalismo entre los pueblos del mundo oprimidos y el socialismo, el factor consciente de que es: el pueblo, el sujeto transformador de la sociedad, quien tiene que tomar las riendas de dirección colectiva que destruya las estructuras representativas y jerárquicas del patrón capitalista, en pro de seguir abriendo espacio a la definición del poder popular, al autogobierno comunitario, es el derecho que hemos logrado en estas ultimas batallas consignadas a través de la participación protagónica como fuerza organizada y planificadora de su propia realidad para la satisfacción de sus necesidades, defendamos nuestras armas de la (contraloría social y el revocatorio) para golpear y destruir los viejos vicios de la corrupción, los infiltrados, mas sus nefastos parásitos engendrados por la lógica de esta sociedad capitalista.
Emprendamos las brechas para crear un Estado que responda firmemente a los intereses de nuestro pueblo vejado y olvidado por los lacayos de la burguesía nacional pitiyanqui y la orden de los halcones de Casa Blanca del miserable imperialismo yanqui y las potencias imperialistas. Desarrollemos el Estado socialista que necesitamos, que impulse y acompañe la definitiva liberación nacional, que nos ayude a conducir hacia la potencializaciòn del campo y la ciudad, en los centros de producción tecnológica, industrial, económica, social y cultural de la Venezuela sustentable, soberana e independiente, unida al coraje y resistencia de nuestros pueblos hermanos latinoamericanos, del Caribe y del mundo que miramos desde el Sur la Patria Grande en la esperanza para la conservación de la especie humana y del planeta.
Pues tendríamos que decir, así como dijo el Libertador en momentos críticos cuando la patria se encontró arrollada por el pronunciamiento de la naturaleza: “Si los elementos se oponen, lucharemos contra ellos y haremos que nos obedezcan, en otras palabras, si los terremotos, el frío, el hambre, la lluvia, las enfermedades y todos los demás obstáculos que puedan ofrecernos los elementos naturales, se interponen en nuestro camino, lucharemos contra ellos hasta sobreponernos, hasta dominarlos en pro de la libertad”.
También le decimos a la otrora fascista que no se equivoque de nuevo con un pueblo que ha medida del proceso revolucionario, ante las contradicciones que expresa la lucha de clases, ha venido puliéndose como se afila el filo de la espada cual defiende sagazmente e inteligentemente lo que le pertenece a su patria: su patriotismo, su hidalguía y principios que no los compra ningún borrego fascistoide de ser libres comprometidos cueste nos la vida o lo que nos cueste por elevar mañana las banderas del socialismo.
¡Venceremos!
NI LA LLUVIA, NI EL FASCISMO PODRÁN CONTRA NOSOTROS
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